En el polígono industrial de Felanitx están las Bodegas de Es Fangar de Manacor y ayer visitamos las impresionantes instalaciones que han convertido a la firma bodeguera en referencia mundial. El moderno y funcional edificio se ha construido entre los años 2014 y 2016 y se han invertido alrededor de 8 millones de euros. Los equipamientos son ejemplo de la mejor tecnología, para la elaboración del vino, pero todo el proceso de la uva se hace a mano y muy cuidadosamente.

En la actualidad la bodega tiene una capacidad de 350.000 botellas anuales de varios vinos que han comenzado a estar en la mesas más exigentes del planeta. La nueva bodega, ubicada en el polígono Son Colom de Felanitx, cuenta con un espacio de 7.500 metros cuadrados, 48 tanques con una capacidad de 12.000 litros de vino tinto y un tanque de 20.000 para ensamblaje, así como barricas de roble, mayoritariamente francés.

El vino que se produce en Felanitx y que se cultiva en Es Fangar de Manacor está revolucionando el mercado, no tiene etiqueta de crianza, reserva, gran reserva, joven, cosechero, esos conceptos del vino han pasado a la historia en Mallorca y en Es Fangar. Sus vinos tienen un proceso equilibrado con los años necesarios en barrica y botella, pero su estabilidad, aromas y naturalidad lo sumergen en el tiempo relativo y etiqueta para degustarlo con libertad sin condicionamientos de añada. Excelencia orgánica en el Llevant y Pla, aseguran.

Un edificio mimado que debía estar en Es Fangar de Manacor en la propia finca, pero que el destino de permisos y tramites en el complicado mundo del Urbanismo de Manacor obligó a desplazarlo a Felanitx. Ahora tiene sus desventajas e inconvenientes, pero también muchas ventajas. Cada botella y sobrenombre tiene su propia personalidad. Han conseguido que blancos, tintos y rosados sean relevantes y que sobresalgan todos a la vez, impensable en otras zonas vitivinicultoras.

Daniel Morales es el vinatero de Es Fangar el responsable de los vinos más emblemáticos y especiales de la bodega como Twenty Twelve, Sa Fita, Lo Cortinel·lo, Es Fangar Elements y N'Amarat. La inauguración sirvió para presentar los nuevos vinos: Sa Sivina, un blanco sobre lías de uva autóctona Giró Ros y Premsal Blanc; y Son P 2017, a base de Callet, Cabernet Sauvignon, Merlot, Manto Negro, un tinto criado en barrica de roble durante 8 meses.

Morales realizó una cata de los vinos, presentó cada uno de los espacios en Es Fangar Vins, cuya trayectoria en la firma se remonta al año 2006, después de haber pasado por la bodega Venus La Universal (DO Montsant) y Mas Martinet (DO Priorat). Los primeros vinos que hizo en Es Fangar fueron en 2007 de forma experimental y en 2009 una pequeña tirada para comercializar de forma muy reducida, pero no fue hasta el 2012 que formalmente salieron al mercado.

Lo que dicen los propietarios de Es Fangar y su equipo. Historia: En el año 2002 los nuevos propietarios de la histórica Finca Es Fangar de Manacor hacen realidad su sueño dibujando un paraíso natural. Consiguen fundir en un mismo concepto la biodiversidad de la naturaleza con el cuidado de los caballos y el tradicional cultivo mediterráneo. Primero ponen olivos y se está obteniendo un aceite de primera calidad. Los propietarios deciden crear un proyecto sin precedentes en las islas baleares que gira en torno al cultivo de la viña, produciendo un vino mediterráneo que destaca por su calidad, personalidad y elegancia. Ellos le llaman la excelencia orgánica.

Así nace un proyecto de futuro, comienza con la ilusión de una familia y se proyecta. Viticultura con letras de molde. Desde que iniciamos esta nueva etapa para los vinos de ES FANGAR, la filosofía del proyecto ha tenido dos constantes vitales: la calidad de la uva y el manejo biológico. La raíz es el suelo y su manejo; el no laboreo con arada, la rotación de abonos verdes o la aplicación de compost producido en la finca, son los factores básicos que acomplejan la composición y la vida en nuestros suelos y en consecuencia la uva y sus vinos. En las botellas no entra ni un grano que no esté seleccionado al detalle manualmente.

La elección de variedades es otro diferenciante cualitativo. Nuestros viñedos se nutren de variedades autóctonas como base; Callet, Mantonegro, Prensal; y de variedades foráneas como apoyo; Cabernet, Merlot, Syrah, Chardonnay, Muscat. El cuidado individualizado de cada planta durante cada trabajo, el tratamiento biológico mediante infusiones o decocciones de plantas medicinales contra plagas y hongos, el seguimiento de los ciclos lunares en cada labor vitícola o la apicultura como herramienta biológica, son otros factores determinantes en la calidad de nuestros frutos, junto a la tipicidad del clima mediterráneo, que ofrece sobresalientes condiciones para que la uva desarrolle todo su potencial.