Quienes más saben del asunto del porque el virus son los Americanos y los Chinos.
Editorial: Ahora nos piden pasar una difícil prueba y cuando la superemos desearemos amar, volar, correr hasta terminar las fuerzas
Estamos en casa y somos también primera línea, si no salimos facilitamos a quienes nos protegen su cometido y objetivos. Relajar los hospitales y propiciar el descenso de los contagios es vital.
AGENCIA MANACORNOTICIAS 02/04/2020 - 06:27:46
Cuando pase todo nos merecemos una explicación, y los tribunales mundiales deben dictar las órdenes pertinentes contra los autores del genocidio. No pueden infectar al mundo y causar millones de bajas e irse de rositas.

Editorial: Estamos en nuestras casas hace más de dos semanas y yo nuevamente ante un folio en blanco. Me comunican que todas las citas con el mundo en nuestro país se retrasan para mediados de junio e incluso finales. Significa con claridad rotunda que el mes de abril y mayo debemos de pasarlo como hasta ahora, el virus acecha y no podemos bajar la guardia.

Pronto ampliarán de nuevo la cuarentena y el estado de alarma, a sorbos para evitar la indigestión. Debemos ser pacientes, va en ello nuestra vida. Llegarán mejores noticias a la puerta de la esquina, lo sabemos, pero cuidado con lanzar las campanas al vuelo. Prudencia el coronavirus es tozudo, testarudo, persistente.

Cuando se detiene el mundo y se reflexiona en lo más profundo de nuestro interior, surgen claridades y grandes sendas. Por eso muchos/as ya hacen trazos y mapas de lo que será su nueva existencia.

Algunas fuentes aseguran que en Baleares terminaremos infectados alrededor de 75.000 ciudadanos/as, esas personas pasarán el contagio sin enterarse o muy poco, eso si, debemos tener cuidado de no infectar al de al lado.

Distancias, manos limpias, higiene y hasta mascarillas, un rito que durará varios meses. Dicen las leyendas urbanas que corren por ahí, algunas con bastante base científica y otras con abundante información, que nos han colado el virus los poderes fácticos mundiales.

A ellos se les adjudica el desastre y la Tercera Guerra Mundial que padecemos, sin pegar ni un tiro, con los misiles en el arsenal. Me aseguran que si seguimos las compras en bolsa en los últimos movimientos entenderemos quienes son los dueños del futuro económico.

También leo abundante información sobre como se gestó la despiadada y asesina operación. Incluso aseguran esas fuentes que está diseñado el antídoto, la vacuna, y que saldrá al mercado cuando su precio oportunamente haga multimillonarios a los asesinos sanguinarios. Quienes más saben del asunto son los Americanos y los Chinos.

Me citan nombres y apellidos, los dejo en cuarentena, ahora no es el momento de salir de casa, en estas ocasiones puede estar un secreta al borde de la acera. Sus tentáculos llegan a todos los rincones. Han puesto en jaque a todo el mundo y ni se han ruborizado. Ellos solo hablan de cuentas de resultados y estadísticas. Eso somos, en eso nos han convertido.

Nosotros tenemos por delante varias semanas y debemos seguir los protocolos sin reservas. Están ocurriendo cosas maravillosas, momentos preciosos, detalles inolvidables, los sentimientos a flor de piel y como nunca el alma es moneda de curso legal. No podrán con pueblos cuando se unen en el desafío. Juntos y unidos hacemos milagros.

Cuando pase todo nos merecemos una explicación, y los tribunales mundiales deben dictar las órdenes pertinentes contra los autores del genocidio. No pueden infectar al mundo y causar millones de bajas y pensar que a ellos no les llegará su San Martín. He conocido personas muy poderosas que se han escondido como ratas y se han meado en los pantalones.

Estamos en casa y somos también primera línea, si no salimos facilitamos a quienes nos protegen su cometido y objetivos. Relajar los hospitales y propiciar el descenso de los contagios es vital. Cuando pase este virus de ingesto recuerdo ya no seremos las mismas personas que antes del encierro. Ni mucho menos, habrán pasado tantas circunstancias y vivencias que amontonaremos densos tiempos y profundos suspiros.

Cuando se detiene el mundo y se reflexiona en lo más profundo de nuestro interior, surgen claridades y grandes sendas. Por eso muchos/as ya hacen trazos y mapas de lo que será su nueva existencia. Ahora nos piden pasar una difícil prueba y cuando la superemos no queremos ninguna cadena y desearemos amar, volar y correr hasta terminar las fuerzas. Rafael Gabaldón San Miguel.

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