El Consell de Mallorca recibe dos millones del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) del Govern por el proyecto del vial cívico que enlaza Inca, Binissalem y Lloseta. La infraestructura, que tiene un presupuesto de 3,7 millones y entrará en funcionamiento a principios de octubre, ha sido elegida porque fomenta la movilidad y el turismo sostenible.

La conselleria de Turismo, Cultura y Deportes del Govern de les Illes Balears, a través de la Comisión de Impulso del Turismo Sostenible, ha concedido dos millones de euros del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) al Consell de Mallorca para ejecutar las obras del vial cívico que se construye entre Binissalem, Lloseta e Inca. El proyecto tiene un presupuesto de 3,7 millones; 2 se financiarán a cargo del ITS y el resto, fondos propios del Consell.

La Comisión de Impulso del Turismo ha considerado que el proyecto de vial cívico entre Inca, Binissalem y Lloseta que ejecuta el Consell de Mallorca fomenta la «movilidad y el turismo sostenible, contribuye a la desestacionalización y a la creación de productos turísticos practicables en temporada baja».

El nuevo vial cívico entre Binissalem, Lloseta e Inca es uno de los proyectos importantes del Plan de Viales Cívicos que presentó el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, hace unas semanas. Este plan cuenta con una inversión de 45 millones y se impulsan 60 kilómetros de carriles peatonales y bicicletas. Las obras del vial cívico entre Inca y Lloseta han entrado en la última fase de ejecución y está previsto que se acabe de construir a principios del mes de octubre.

Descripción del paseo cívico. Es un paseo cívico que une el vial ejecutado dentro de las obras del enlace a Lloseta desde la Ma-13 (autopista) hasta llegar al núcleo urbano de Inca. El punto de inicio del nuevo paseo se ubica en el lado norte de la carretera Ma-13 A, a la altura de la antigua zona recreativa denominada Foro de Mallorca. Desde aquí se construye un vial de características similares al que se ejecutó antes, con 2,50 metros de ancho libre de pavimento de hormigón, separación física de la carretera con barrera mixta acero-madera, bermas de 75 cm, y reposición de cierres laterales. A la altura del punto kilométrico 0,3 del nuevo vial se coloca una pasarela de madera de 20 metros de longitud para salvar el paso sobre el torrente de Almadrà.