Editorial: La calle se calienta y cada vez más personas por diferentes motivos ocupan la vía pública para discrepar de lo pactado por Pedro Sánchez con Puigdemont, miles se suman con manifiestos y declaraciones. Ha comenzado el aislamiento a socialistas, independentistas, terroristas, comunistas, nacionalistas, extremistas, incluso la judicatura en bloque conservadores y progresistas dicen no a tamaña fechoría. Se suman profesionales de toda índole, sindicatos independientes, un abultado grupo de fiscales, fuerzas y cuerpos se seguridad del Estado, asociaciones de altos funcionarios, inspectores de trabajo y de hacienda, Seguridad Social, destacados abogados del Estado, catedráticos, doctores, manifiestos hasta 59 de entidades y colectivos.

Denuncian que es un atropello, socava los cimientos del Estado de Derecho, erosiona la Democracia, liquida la separación de poderes. No ven lógico que Puigdemont, Junqueras, Otegi, Esteban, Yolanda, Belarra, Iglesias, Rufian, Sánchez, Armengol, López revisen a partir de ahora todas las sentencias judiciales que ellos quieran, con el asesoramiento de Garzón y los suyos. El relato, que quien mueve la calle es el franquismo no cuela, en 1978 hubo un pacto de reconciliación en el cual han convivido todos los españoles al margen de su ideología, encuentro y paz que rompió y vulneró el seguidor y asesor de Maduro, José Luís Rodríguez Zapatero (ZP) ideólogo del chavismo y el Sanchismo. ZP viaja a un país (Venezuela) que han abandonado varios millones porque no hay libertad, cárceles llenas, Gobierno de narcotraficantes, y ZP se pasea con ellos sin inmutarse.

Es normal que Zapatero y Sánchez piensen de la democracia como piensan, y si conversan con Yolanda e Iglesias, les dirán que a la derecha hay que encarcelarla o mandarla al exilio. Se llama perpetuarse en el poder como en Cuba, Rusia, China, Corea, Irán, Nicaragua, Venezuela. Por eso en España se está levantando el personal, es una falacia que seamos de derechas, ni mucho menos, se hace porque está en juego nuestra libertad. ZP, Sánchez y los suyos, toda la Banda que decía Rivera, han ocupado y asaltado las instituciones, calcado de Chaves, Putín, y todos los autócratas del universo. Por eso salen a la calle, por eso protesta Page, González, Guerra, Redondo Terreros, y tantos socialistas constitucionalistas. Hoy día 12 de noviembre de 2023 a las 12 de la mañana en todas las capitales de provincia de España hay convocadas manifestaciones desde el PP, a las cuales han decidido acudir otros partidos políticos y entidades de la sociedad civil.

Le llama Sánchez la otra España, la franquista, tiene 850 asesores a sueldo que nos cuesta un hospital nuevo cada año, para crear su narrativa, cuartada. Pero una gran mayoría, el 71% según las encuestas, no se cree lo que está haciendo, a no ser que el poder sea una droga y que Puigdemont se ha cansado de seguir en su castillo de la Europa de papel y quiere volver como Tarradellas en clamor de multitudes.

El mentiroso compulsivo, el César, el nuevo tirano, como buen dictador, ha comprado al 80% de los medios de comunicación con el dinero de los autónomos y pequeños comerciantes, para que España tenga grandes fortunas y colas inmensas del hambre, el trueque, el corralito, la subvención. Los socialistas de verdad están sonrojados y avergonzados, tristes y despedazados. Como se puede en nombre del PSOE indultar a los chorizos y golpistas, no es lógico darle las llaves de las cárceles a quienes mataron a 900 personas y a sus familias en vida, como puede ser que los jueces tengan que pedir disculpas a Puigdemont e indemnizarle. A donde hemos llegado. Salimos a las calles los españoles decentes, responsables, quienes cumplimos con las leyes que nos hemos dado todos, quienes creemos en la igualdad.

Aquí no hay trampa ni cartón. Si Sánchez está enganchado al falcón y al poder, que lo trate un psiquiatra, pero que nos deje en paz a quienes cada día nos levantamos para aportar a la caja común todo lo que hay que destinar cada mes para pensiones, sanidad, educación, servicios, y lo que malgasta la clase política, esa secta nociva y satánica. Cuando la historia juzgue a Pedro Sánchez y a los suyos, será dantesco, dará escalofríos. Así no se gobierna, esto nada tiene que ver con el interés general, a nosotros no nos llames franquistas nunca más, pedazo de majadero, impresentable, felón, malnacido. Sabemos que muy pronto se cerrarán ciertos diarios digitales, y medios de comunicación, pasó en Venezuela, hasta nuestro exilio, diremos lo que pensamos, ni un paso atrás.