El resto es historia con mayúsculas del mejor tenis.
Nadal cae ante Djokovic en un duelo olímpico para la historia, con 4-4 en el segundo set y sacando Rafa si hubiese ganado el de Manacor Nole hubiese temblado
Nadal sacó fuerzas de flaqueza para, en principio, evitar de nuevo el 'rosco' y a continuación logró un celebradísimo break en el sexto juego que abrió una pequeña puerta a la épica
AGENCIA MANACORNOTICIAS 29/07/2024 - 12:18:00
18 años después del primero de 59 partidos -con 30 victorias para el serbio y 29 para el español-, que curiosamente se disputó en esta misma pista ligada para siempre a la leyenda

Nadal cae ante Djokovic en un duelo olímpico para la historia. El serbio se impone en la Philippe Chatrier de Roland Garros por 6-1 y 6-4 en un partido en el Rafa llegó a soñar con la remontada tras igualar un 4-0 en el segundo set. Rafa Nadal y Novak Djokovic han puesto hoy un más que probable broche de oro a una legendaria rivalidad con su duelo de segunda ronda de los Juegos Olímpicos de París, en el que se ha impuesto el serbio por 6-1, 6-4, en una hora y 43 minutos.

18 años después del primero de 59 partidos -con 30 victorias para el serbio y 29 para el español-, que curiosamente se disputó en esta misma pista ligada para siempre a la leyenda del tenista balear, Rafa y Nole han jugado un encuentro entre el simbolismo y la nostalgia, entre el cielo y la tierra ocre parisina. Aquella primera batalla acabó con retirada del serbio tras dos sets iniciales que Nadal había dominado por sendos 6-4. Fue en los cuartos de final de Roland Garros 2006 y tenían 20 y 19 años. El resto es historia con mayúsculas del mejor tenis.

Novak apagaba el incendio con una exquisita dejada y un quinto break que le permitía por fin sacar para cerrar el duelo, llevándose la mano a la oreja y ganándose los consiguientes silbidos de parte de la grada.

Luego llegarían nueve partidos más en la tierra mágica de París, con otras siete victorias españolas y dos balcánicas, en 2015 y 2021. En ningún otro sitio se han visto las caras mas veces. De hecho, en el resto de grandes sólo se han enfrentado ocho veces. Quizás por eso era un hermoso guiño del destino este prematuro duelo en dieciseisavos de final del torneo olímpico, un encuentro que estuvo en el alero varios días por las molestias físicas en el muslo derecho de Rafa, que llegó a suspender un entrenamiento con Alexander Zverev el pasado jueves.

Además su presencia en el torneo de dobles junto a Carlos Alcaraz tampoco invitaba a un sobreesfuerzo porque de avanzar en el cuadro individual, iba a tener que doblar varios días. Pese a todo, Nadal ha saltado hoy a las Philippe Chatrier a honrar su legado, el de un tenista que nunca ha dado una bola por perdida y ha respetado siempre a sus rivales. El partido en sí era un Everest para el español, que no está ya para escalar cumbres tan imponentes como la que representa el número 2 mundial. La sensación era esa y el desarrollo de los acontecimientos lo ha confirmado.

Nole lograba un primer break en el segundo juego y en un abrir y cerrar de ojos apuntalaba un 3-0 que pesaba ya como una losa en las anchas espaldas de Rafa. El público que abarrotaba la Philippe Chatrier, qué duda cabe, estaba con el español -los gritos de "Rafa, Rafa" se sucedían- pero el serbio no daba oportunidad a la réplica.

Una segunda rotura del serbio hacía planear la sombra del 'rosco', algo que Djokovic nunca había logrado ante Nadal, que sí había conseguido sendos 6-0 frente a su rival de hoy, en la final del Masters de Italia 2019 y en la de Roland Garros 2020.

La Chatrier asistía algo incrédula, incluso con un respetuoso silencio entre murmullos, a la paliza que estaba sufriendo su ídolo, que tiró de orgullo para evitar ese 'rosco' con un buen sexto juego. El 6-1 del primer set, en 39 minutos en los que Rafa cometió hasta 21 errores, diez de ellos no forzados, no dejaba espacio a las dudas sobre el momento tenístico de uno y otro.

De inicio, la segunda manga no se desvió un milímetro de un guion demasiado previsible y ciertamente doloroso para las huestes españolas presentes en la Chatrier, con Nole ganando por 4-0 en 24 minutos de tenis efectivo y, por momentos, preciosista.

Nadal sacó fuerzas de flaqueza para, en principio, evitar de nuevo el 'rosco' y a continuación logró un celebradísimo break en el sexto juego que abrió una pequeña puerta a la épica, que se hizo más grande tras ganar de nuevo su saque con suficiencia e igualar el marcador del parcial con una segunda rotura del servicio del serbio. En esos momentos, la Chatrier, deseosa de ver más tenis, era una caldera.

Novak apagaba el incendio con una exquisita dejada y un quinto break que le permitía por fin sacar para cerrar el duelo, llevándose la mano a la oreja y ganándose los consiguientes silbidos de parte de la grada. El respeto y el cariño, ya saben, se gana también con la actitud que uno despliega en la pista. El 6.1, 6-4 final deja a las claras que Nole ha venido a París a sacarse su espinita olímpica y que Rafa jugó un partido que intuía que no podía ganar porque su respeto por el tenis es aún mayor que la imponente estatua que honra su figura a la entrada de Roland Garros. Información y fotografías de Tomás Campos y Ramón Navarro del Diario Deportivo MARCA.

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